Memoriando Fotografía: VÍCTIMA DE LA GUERRA: LAS IMÁGENES FINALES DE UN FOTÓGRAFO

julio 15, 2012

VÍCTIMA DE LA GUERRA: LAS IMÁGENES FINALES DE UN FOTÓGRAFO

Contactos: Paul Schutzer - 1967

Paul Schutzer murió hace 45 años, en junio de 1967, en el primer día de la Guerra de los Seís días. El fotógrafo de 36 años de Life viajaba en un vehículo con soldados israelíes cuando recibió un disparo en la cabeza, momentos antes de que una bazuca cayera a mitad de la carretera e hiriera a media docena de tropas.

Días después, el cuerpo de Schutzer fue encontrado. Junto a su cuerpo estaba su cámara, cociéndose en el sol del desierto; en la que estaban las últimas fotos que había hecho. Después de una semana de su muerte, los editores de Life, corresponsales e incluso lectores de Life rindieron tributo a Schultzer en las páginas de la revista que había ayudado a construir por cerca de una década: para algunos era un compañero confiable y un colega valioso; para otros, era un extraño que con su trabajo los conmovió profundamente por años; para algunos otros, era un amigo y alguien no fácil, o incluso, irreemplazable.

"Paul Schutzer y yo fuímos al colegio juntos y mis recuerdos de él siempre serán placenteros," un lector llamado Mel Buxbaum escribió a los editores e junio 7 de 1967. "Él fue un observador único de personas y eventos... Vio el mundo a través de ojo de un artista y escultor prodigioso - tal vez era la clave de su increíble genialidad con la cámara."

El por mucho tiempo editor de Life, George P. Hunt, ofreció una homenaje lúcido y amoroso a Schulzer en junio 16 de 1967.

"Paul tenía 36 años," escribió Hunt, "pero parecía más joven. Su cabello café, ojos color avellana y su rostro de chico guapo todo decía acerca de su dinamismo y calidez. De hecho, Paul era un hombre profundamente preocupado por el espíritu humano y eso era - su compasión por las personas - lo que lo hizo el brillante fotógrafo que era."

Recuerdo, por un momento [continuó Hunt], algunas de las historias que hizo y los eventos que cubrió - el Muro de Berlín, el terremoto iraní, la Guerrra de Algeria, Europa del Este con ese retrato memorable de la vida en ese lugar, una encantadora caracterización del hombre italiano, su cubrimiento de la burla de Nixon y el asalto en Venezuela, o de John F. Kennedy en campaña, la furia del Huracán Audrey al golpear a Louisiana, los Olímpicos de Invierno en Innsbruck, la ampliación de la pared norte de Eiger. Fue a Cuba a cubrir la crisis de Castro, al Líbano con el ejército y otra vez con el ejército en Vietnam, de donde volvió con una inolvidable historia acerca de ellos y Doc Lucier, del cuerpo de ayuda de la Armada. Paul lo tenía todo. Estaba lleno de vida, pero la hizo aún más completa con el impulso interno de investigar con gusto y dignidad las consecuencias de los acontecimientos en las personas. Muchos fotógrafos hacen esto, pero la especial fascinación de Paul con su prójimo, y su entendimiento de él, hacía su trabajo excepcional.

Paul era también un poeta y esto era evidente en su aproximación al mundo. Aún en sus fotos más amargas y trágicas brilla el pensamiento lírico de que en el sufrimiento surge la esperanza. Las cosas hermosas también lo ponían en trance: y después su sentido de la belleza tomaba un encanto distintivo. Un amigo de Paul recuerda estar sentado con él en un café en Roma. Era un domingo romano - uno de esos veranos italianos sin nubes y cálidos. Estaban en el Appia Antica, y la ciudad se extendía frente a ellos. Paul miró el paisaje a través de su vaso de vino blanco, y atrapó la luz del sol en él. La miró por un rato y dijo, "Me gustaría fotografiar el mundo a través de este topacio."

Todas las siguientes fotografías son del último rollo que Paul Schutzer tomó antes de morir.

Fotografía: Paul Schutzer - Franja de Gaza, junio 1967

↬ Life