abril 23, 2012

20 AÑOS DESPUÉS, EL CONFLICTO BOSNIO


Las siguientes fotografías son del libro "Bosnia 1992 – 1995". El libro es publicado por los fotógrafos que cubrieron el conflicto bosnio -hace 20 años- e impresas en Bosnia. Los comentarios de cada fotografía son las reflexiones personales de los fotógrafos sobre su experiencia en la región. 

Si las últimas líneas del siglo XX se escribieron en Moscú en diciembre de 1991 con la disolución de la Unión Soviética, el preludio del siglo XXI fue escrito meses más tarde en Bosnia, la capital de Sarajevo, mientras que el quiebre de Yugoslavia se convertía en genocidio. En ese abril sangriento, el momento triunfal de Estados Unidos sobre el totalitarismo fue transformado en una pesadilla tribal, al tiempo que los serbio bosnios, determinados a tomar lugares de Bosnia como parte de un plan para crear una Gran Serbia, llevó a los musulmanes a ser objetivo de exterminio. Lo que en algún momento se esperaba fueran un estertor comunista en la periferia del Imperio Soviético, ahora luce como el nacimiento demuestra realidad geopolítica actual. 

En Bosnia, los Estados Unidos aprendieron que presidían un mundo donde las fronteras y la ideología importaba menos y los alegatos transnacionales de etnicidad y sectarismo importaban más. Entrevistado por la revista TIME en agosto de 1995, semanas después que sus tropas habían matado más de 7.000 hombres y niños musulmanes cerca a la ciudad de Srebrenica, el General serbo-bosnio Ratko Mladic, ahora en juicio por crímenes de guerra en la Corte Penal Internacional por la actual Yugoslavia en La Haya, declaró que estaba actuando por miedo a que el nuevo islamismo creciera a través de los Balcanes europeos. “Por esta explosión demográfica musulmana se desborda no sólo en la cuna del cristianismo en los Balcanes sino que han dejado sus huellas en los Pirineos,” dijo Mladic.

A medida que la masacre sucedía en Bosnia, y Europa y Estados Unidos con retraso reunieron la fuerza para detenerla, las actitudes de occidente hacia el mundo post Guerra fría cambiaban también. Los neoconservadores y demócratas de línea dura hicieron común en la intervención humanitaria. Los medios y el público aprendieron aprendieron de las acciones de la NATO entre agosto y septiembre de 1995, y el acuerdo de paz en Dayton en noviembre que el ejército estadounidense podía imponer alguna estabilidad - por un tiempo. Pero 20 años después, con el ejército internacional y las fuerzas policiacas aun mantienen la paz en Bosnia, hemos encontrado allí - y a un costo mucho más grande- que una intervención inicialmente exitosa por las fuerzas armadas de Estados Unidos no pueden imponer una cortesía sectaria. 

A las afueras de Brcko
Fotografía por: James Nactwey - Brcko (Bosnia), 1993
"En una pequeña aldea bosnia a las afueras de la ciudad de Brcko, lo que antes había sido un parque se convirtió en cementerio. Todos los jóvenes capaces en la aldea fueron llamados a defender a sus familias y hogares de los constantes ataques del Ejército serbio. Las víctimas del campo de batalla fueron llevados a la mezquita local donde los habitantes de la aldea descubrían cual de sus familiares o vecinos habían muerto ese día. 
Los jóvenes soldados bosnios que me guiaron al cementerio dijeron que todos sus amigos estaban enterrados allí. En un funeral, dos hombres colapsaron por el dolor sobre una de las tumbas." (Time)


Fotografía por: Ron Haviv - Bijeljina,  marzo 1992
"Me encontraba en Belgrado en marzo de 1992 esperando terminar una historia cuando un compañero recibió una llamada que le comentaban que una batalla había empezado justo a las afueras de una pequeña ciudad de Bosnia, Bijeljina. Nos apresuramos a llegar y encontramos que la ciudad se había dividido entre musulmanes bosnios y serbio bosnios, todos armados. Cómo empezó no es claro con cada lado diciendo que la otra mitad había disparado primero. Después de algunos días de observar en la ciudad pelear el panadero contra el fabricante de velas, armados con rifles de caza y pistolas, un grupo de paramiliares serbios muy armados llegaron a, en sus palabras, 'limpiar la ciudad de fundamentalistas.'

La unidad, llamada Tigres y liderada por un señor de la guerra llamado Arkan, que tenía reputación por haber combatido y tomado prisioneros antes en el conflicto en Croacia. Había fotografiado a Arka unos meses antes y usando nuestro breve intercambio, así como su deseo de lucir bien en frente de los medios internacionales, le pedí fotografiar a sus tropas en batalla. Él accedió y me uní a una pequeña unidad que incluía a un soldado que hablaba ingles. Estaba con él cuando una pareja de mediana edad habían sido sacados de su casa. Allí vi una escena de caos y pensé que no podía hacer nada para detenerlo. La mujer estaba gritando, los soldados gritaban, alguno me dijo que no tomara ninguna foto y a continuación sonaron varios disparos. El hombre cayó sobre su espalda. La mujer, que luego supe era su esposa, trató de detener el sangrado mientras sostenía su mano. Más disparos sonaron y ella cayó al igual que otra mujer, su hermana, que salió y también le dispararon.

Aunque tenía foto de civiles siendo disparados necesitaba una foto con los soldados y las víctimas en el mismo marco con el objeto de proveer una verdadera pieza de evidencia de los crímenes de guerra. Me paré en mitad de la calle sólo para tenerlos a todos en el mismo encuadre. Mientras componía en encuadre el soldado serbio llegó y tomé la imagen. Cuando TIME publicó todas las imágenes unos días después, estaba seguro que esta era la pieza final de evidencia que el mundo necesitaba para reaccionar. No hubo reacción y los primeros disparos de la semana siguiente crearon una guerra que duraría cuatro años, matando cientos de personas." (Agencia VII)


Fotografía por: Paul Lowe - Sarajevo, junio 1992
"Sarajevo durante el cerco fue como un experimento gigante de la naturaleza humana, de lo que sucedía a una civilización cuando era atacada por todos lados. Sarajevo era (y lo sigue siendo) una sofisticada y cosmopolita ciudad europea. En el cubrimiento de este conflicto, estaba fascinado por lo que le sucedía a las personas como nosotros cuando sus vidas eran transportadas a la época medieval, sin agua, gas, poder y poca comida, y constantemente bombardeada y con francotiradores del enemigo en las colinas cercanas.

Lo que sucedió es que esas personas se aferraron a sus valores cívicos, y los celebraban, como una forma de resistencia contra la violencia de la agresión. Lo que sucedió es que esas personas eran increíblemente inventivas, ideando toda clase de maneras para sobrevivir e incluso prosperar en tal adversidad. Lo que sucedió es que esas personas siguieron haciendo arte, haciendo performances, recitales de música clásica, filmando películas y, sobre todo, mantenían identificándose con la ciudad y este espíritu como un centro de vida democrática, artística y literaria. Nada simbolizó esto más para mi más que esta intersección, sobre el notorio Callejón de los francotiradores.’ Este tramo de tierra abierta marcó un punto de transición entre los suburbios y el corazón de la ciudad. Entonces, cada día, cientos de habitantes arriesgaban sus vidas al cruzar esta calle, bajo el fuego de los francotiradores en las colinas. Y ellos arriesgaban sus vidas para llegar a la ciudad, ser parte de esa vida, para identificarse como humanos civilizados en contra de la barbarie de la violencia que llovió sobre ellos." (Magnum)


Fotografía por: Christopher Morris - Mostar, mayo 1993
"Ningún otro conflicto me tocó tanto emocional o sicológicamente. En los inicios de la desintegración de Yugoslavia en el verano de 1991, todos los lados eran accesibles - bosnios, croatas y serbios se parecían. Se hizo difícil entender porqué algunas personas, que crecieron juntos desde niños, con bosnios, croatas, y serbios se casaban entre ellos - ¿cómo podían permitir a los políticos impulsar una red nacionalista entre ellos, causando un nacionalismo ciego que arrasó aldea tras aldea? Odio extremo, liderado por idiotas.

En el momento en que fui en 1996, tuve que correr sin mirar atrás. Para, lo sentía, que acababa de presenciar a la humanidad en su mejor momento, algo que hasta el día de hoy me afecta, ¿cómo simplemente la humanidad puede extraviarse de un comportamiento moral, con políticos y medios que usan el odio mezclado con patriotismo para conducir sus perversas agencias." (Agencia VII)


Fotografía por: Darko Bandic - Tuzla, julio 1995
"Cuando escuché las noticias de que las tropas serbio bosnias habían entrado al enclave protegido por la N.U. de Srebrenica a mediados de julio de 1995, me precipité Tuzla una ciudad  protegida por el gobierno, llegué allí justo antes de que los buses empezaran a traer personas escapando de lo que llamaban un cielo a salvo. Esperaba otra triste historia de residente forzados a dejar sus casas por tener una nacionalidad errónea. Pero esta vez algo era extraño, no habían hombres, sólo mujeres y niños. Me acerqué a una grupo de tres o cuatro niñas que me contaron sobre una mujer que se había ahorcado en un árbol cercano. Me llevaron al bosque donde vi la escena surreal: una mujer vistiendo un abrigo rojo que parecía levitar, algunos metros sobre el suelo, rodeada de hojas verdes. En el camino de vuelta, vi a un soldado de la N.U. y le conté lo que había visto. Me dijo algo como 'vamos a cuidar de los que están vivos, por ahora.' 

Después cuando estaba editando y enviando las fotografías, tuve que discutir el problema con mi editor porque existen ciertas reglas acerca de mostrar fotos explícitas de muertos y heridos, pero decidimos mostrar la foto. De acuerdo con la biografía de Al Gore, en una reunión de la Casa Blanca se refirió a la foto publicada en la primera página del Washington Post, y se decidió que los Estados Unidos tenía que hacer algo, que resultó después en involucrarse en detener la guerra. Nunca supe el nombre de la chica hasta un año después." (AP)


Fotografía por: Laurent Van der Stockt - Mostar, septiembre 1993
"En septiembre de 1993, durante el mes que esta fotografía fue tomada, cada tipo de crimen y violencia que que iba a suceder una y otra vez en Bosnia-Herzegovina por los siguientes dos años ya había sido cometido. Mostar era una pequeña ciudad turística al oeste de Bosnia, habitada por una mayoría musulmana y croatas. Desde el inicio de la guerra en la primavera de 1992, los serbio bosnios, soportados por los serbios, bombardearon la ciudad desde las montañas con vista a la misma. Un año después, en mayo de 1993, las milicias croatas del movimiento separatista "Herzeg-Bosna, " apoyados por Croacia, se volvieron contra sus aliados musulmanes, persiguiéndolos a la parte oeste de la ciudad y forzándolos a entrar a pequeñas áreas de unos pocos kilómetros cuadrados. Esto creó un enclave reducido entre las fronteras serbias y croatas.

En este continuo bombardeo al enclave, los heridos, como el hombre de la fotografía, eran llevados con dificultad a la base de un pequeño hospital, No había nada allí, y algunos doctores exhaustos preguntaban por algún donante de sangre para alguien que la perdía. Atrapados, los habitantes, sin poder escapar, cavaban huecos en las paredes de las casa para evitar pasar por las calles llenas de francotiradores. arriesgaban sus vidas para obtener agua del río; cortaban los árboles de los parques y jardines para calentarse, o cocinaban su última caja de arroz. Para aquellos que no fueron alcanzados por algún trozo de metralla del armamento serbio o una bala de un francotirador serbio, la sobrevivencia era una lucha macabra." (Gamma)


Fotografía por: James Nachtwey - Mostar, 1993
"Muchas guerras hoy no se libran en campos de batalla aislados, sino con la población civil.

La batalla para Mostar era pelear de casa a casa, de habitación a habitación, vecino contra vecino. Un dormitorio, el lugar donde las personas duermen y sueñan y comparten intimidad, donde la vida en sí misma es concebida, se ha convertido en la primera línea de una brutal guerra civil." (TIME)


Fotografía por: Roger Hutchings - Vitez, abril 1993
"Es angustiante mirar algunas fotografías que tomé durante la guerra civil en Bosnia por la brutalidad mostrada o permitida. Esta es en contra de ellas. Los residuos de las experiencias permanece en los testigos y no pueden ser entendidas por la mirada de un fotógrafo no importa la empatía.

Estas caras angustiadas de estas mujeres dicen que algo horrible está pasando. La foto fue tomada en Vitez, una ciudad en el centro de Bosnia, durante una tregua negociada entre las comunidades croatas y musulmanes para la recolección y entierro de los muertos. Me uní a un grupo que esperaba en una plaza al oriente de la ciudad, Estaba tranquilo y tenso. Pronto un camión llegó y hombres vistiendo abrigos blancos de algodón y con máscaras de gas salieron de la cabina. Caminaron hacia atrás del camión, desengancharon la puerta trasera y vimos un montón de muertos. Fotografié a las mujeres mirando. Los hombres con máscaras empezaron a descargar los cuerpos del camión, al tiempo que una mujer gritaba, 'mi esposo, mi esposo, mi esposo...' La crueldad de la revelación y las notas de su desesperación son fantasmas."


Fotografía por: Jon Jones - Mostar, mayo 1993
"Mostar se había convertido en una ciudad dividida entre dos antiguos aliados, los bosnios croatas y los bosnios musulmanes. Intensos combates habían estallado en la ciudad y fui allí a ver si podía trabajar e algunos de los lados. Me las arreglé para entrar y pasar algún tiempo con un grupo de soldados croatas durante las peleas casa a casa en la ciudad. estuve allí por dos o tres días, fotografiando los soldados mientras peleaban de casa en casa y de calle en calle. Uno de los soldados en nuestro grupo había sido herido por un francotirador en frente nuestro y otro había sido alcanzado en la espalda mientras corría cruzando la calle. Era una situación muy, muy intensa.

La fotografía fue tomada a un joven soldado que parece estar en shock. Estaba allí y miraba a la distancia y realmente nunca notó que estaba ahí. Era un momento tranquilo por fin, pero él estaba muy afectado por lo que estaba pasando. Corrímos hacia una escalera de una casa buscando refugio, y él estaba sentado allí. Le hice algunas fotografías muy rápido y después me fui. Tomé algunas fotos por esos días, pero esa fue probablemente la foto más tranquila que tomé ese día y probablemente el único retrato que tomé entre toda la serie."


Fotografía por: Ron Haviv - Trnopolje, agosto 1992
"Cuando muchos periodistas sacaron a la luz la historia de los campos de concentración serbios, hubo un gran grito en el mundo. Inmediatamente la comparación con los campos de concentración nazi fue traída y una demanda para que investigadores e intervenciones tuvieran lugar. Yo trabajaba en el lado serbio para entender en ese momento la guerra desde su perspectiva ya que, como todas las guerras, nada es de un lado completamente. Sin embargo, fue muy difícil trabajar porque los serbio bosnios no parecían entender o no les importaba el periodismo y el flujo de información aún cuando era para ayudar a las personas a entenderlos.

Le pregunté a un oficial del Ejército serbio bosnio si podía ir al frente cerca de donde ellos habían perdido terreno recientemente y mostrar los efectos sobre la población civil. Rápidamente dijo que no pero me dijo que si quería podía visitar los campos de prisioneros con el objetivo de ver que ellos no eran tan malos como la gente pensaba. 

Hasta hoy no estoy seguro si los líderes serbio bosnios hizo una brillante jugada en término de relaciones públicas o sólo crearon una pieza de evidencia a largo plazo. Después del viaje por algunos campos, la revista TIME publicó las imágenes y el grito fue el esperado. Las imágenes brutales se remontaban a la Segunda Guerra Mundial pero ahora en color y en la década de 1990 eran impactantes. Pero el impacto se esfumó pronto y a la gente no le importó. Algunos campos fueron cerrados mientras otros nuevos en todos lados se abrían y la historia en el sentido inmediato desapareció. Pero ahora 20 años después recordamos lo  que pasó otra vez en el corazón de Europa mientras nosotros mirábamos." (Agencia VII)


Fotografía por: Santiago Lyon - Sarajevo, junio 11 1992
"Un jueves, junio 11 de 1992, yo estaba en un carro 'blando' (no armado) a toda velocidad fuera del centro de Sarajevo por el infame 'Callejón del francotirador' cuando, por el rabillo del ojo, vi un cuerpo en la calle. La mujer muerta había caminado por Sarajevo, se presume que desde el campo, dado su atuendo, y había pasado por un tramo de callo expuesto a los serbio bosnios o a los francotiradores serbios. Alguien le había disparado en la cabeza y su cuerpo yacía expuesto en la calle mientras los carros pasaban a toda velocidad para evitar un destino similar. 

Me aproximé al cuerpo, me agaché detrás de un contenedor de basura en metal para hacer una foto, siempre pendiente de evitar ser visible a otro francotirador. En algún momento me detuve, enmarqué la foto con un lente zoom 80-200 f2.8 y esperé por algo que llenara el fondo. Un carro pasó. Bajé la velocidad del obturador un poco para tratar de capturar el movimiento de los que asumía podía ser otro carro pasando pronto. Una vez lo hice, disparé el obturador. 

En este escenario eran muy, muy pocos periodistas estaban trabajando en Sarajevo debido a las peligrosas condiciones y a la dificultad de acceder a la ciudad. Hubo mucho interés en el rápido deterioro de la situación. La foto fue usada en portadas de periódicos alrededor del mundo. Algunos años después me enviaron una foto de una exhibición en Sarajevo. Toda una pared de la exhibición consistía en las portadas con esta foto." (AP)


Fotografía por: Gary Knight - cerca a Srebrenica, marzo 1996
"Esta fotografía fue tomada en una zanja al pie de una montaña que conecta el enclave bosnio de Srebrenica con Bosnia. Miles de hombres huyeron por sus vidas y cruzaron los campos cercanos después de que Srebrenica cayera en 1995. Aproximadamente 8.000 hombres y adolescentes hombres del enclave fueron asesinados mientras huían de las fuerzas serbias con ametralladoras, cañones anti aéreos y baja artillería sobre el campo. Algunos sobrevivientes hablaron de soldados serbios en abrigos blancos saliendo del bosque son jeringas y los inyectaban. 

Theodor Menon, el juez que preside la Cámara de Apelaciones en el Tribunal Internacional de Crímenes para Yugoslavia, hizo esta declaración sobre Srebrenica: Al tratar de eliminar una parte de los bosnios musulmanes, las fuerzas serbio bosnias cometieron genocidio. Dirigieron a la extinción a los 40.000 bosnios musulmanes que vivían en Srebrenica, un grupo emblemático de los bosnios musulmanes en general. Ellos despojaron a todos los prisioneros musulmanes masculinos, militares y civiles, viejos y jóvenes, de sus pertenencias personales e identificiación, y deliberada y metódicamente los mataron solamente basados en su identidad." (Agencia VII)


Fotografía por: Alexandra Boulat - Sarajevo, octubre 1993
"Mis imágenes no están allí para juzgar o defender el frente. Estas son imágenes traídas de una visita a los Jardines del Diablo: Vida en un país en guerra. El contacto diario con la violencia y la muerte, cadáveres, cuerpos perdidos en las colinas sobre las aldeas masacradas, los escombros de las granjas aisladas, las tumbas excavadas en los pantanos, autopsias una tras otra en ciudades demolidas. Y vivir, en el infierno, los convertía en animales de nuevo. La vida se reduce a los límites de lo que puede ser tolerado.

Entre 1991 y 1999, pasé un tiempo en Yugoslavia y, unos meses antes de que la guerra estallara, cuando fui a visitar en país, un serbio me contó sobre una costumbre que podía iluminarme sobre el estado del espíritu de su gente. De acuerdo con él, hoy y desde siempre, considera llevar una pistola bajo las almohadas de sus hijos antes de que ellos vayan a dormir. Al escucharlo, imaginé sus padres y la niñez de estos niños y su adolescencia, y una vida influenciada por este gesto. Entonces me deslicé en el letargo de estos niños y fue como un sueño, la pesadilla que impactó a los Balcanes durante la siguiente década. En estas aldeas, la atmósfera era más que tranquila, demasiado tranquila. Nadie caminaba por las calles, ningún perro ladraba detrás de las paredes de sus granjas. Las personas parecían atrincheradas en sus casas. Y en la noche, los niños, con pistolas bajo sus almohadas, no podían dormir. La noche había llegado y la pesadilla duraría 10 años." (Agencia VII)

Alexandra Boulat murió en 2007. Este texto fue traducido de sus notas, en francés, que ella guardó en caso de hacer un libro de su trabajo en la región.

LBT