julio 11, 2012

MÁS ALLÁ DEL GRAN VIENTO POR HAMID SARDAR


Fotografía: Hamid Sardar-Afkhami - (Mongolia)

En los tiempos antiguos, un viento terrible sopló a través de la vasta estepa conectando Europa con el Lejano Oriente. Los poetas griegos lo llamaron Boreal, y se cree que vivió en una caverna en algún lugar de las Montañas de Altai. Más allá del gran viento - en el país de la Hiperbórea - se encuentra una tierra perfecta donde el sol siempre brilla; un lugar conocido por sus sacerdotes y curadores como Abaris; que vivió en un lugar donde de acuerdo al poeta Píndaro, "...ni la enfermedad ni la amarga vejez se mezclan," y donde el vive la Hiperbórea, "en su sangre sagrada; lejos del trabajo y la batalla..." (Píndaro, Décima Oda Pítia)

Las comunidades nómadas que sobreviven en lugares como Mongolia actualmente son los descendientes de los legendarios hiperboreas; la iluminada raza que vivió más allá del gran viento. Los nómadas mongoles aún preservan una visión de la vida que nosotros en nuestra imaginación occidental asociamos con la Raza de Oro. El movimiento perpetuo en el campo abierto y la proximidad con los animales, tanto domésticos como salvajes, parece impartir una cierta clase de inmunidad a la degeneración - una cierta sabiduría ancestral, que puede parecer incompatible, incluso detestable a los valores de la civilización sedentaria, y la cual hoy sigue siendo un heroico anacronismo, extraño a nuestra nociones del tiempo y la historia. 

En estos paisajes oníricos y etnográficos habitados por renos, osos, caballos, águilas y lobos, los humanos no ocupan el centro de la imagen. Ellos son solo un elemento flotando a través del escenario. De hecho, sin la compañía animal la vida no sería posible y el hombre se perdería. El misticismo ecológico vinculado con el animal y el hombre es la esencia de la Mongolia oculta; es un lugar ligado con bestias que hablan y las voces de los ancestros, un lugar que despierta un sentido de cura y de bienestar, algo totalmente contrario a las leyes de la civilización del hombre. Estas composiciones icónicas de harken hacia una fase temprana de la conciencia humana, a un tiempo donde el espíritu de los animales llevan al hombre desde las barreras físicas y metafísicas a nuevos mundos. 

El fotógrafo: Hamid Sardar-Afkhami

Fotógrafo y documentalista galardonado. Graduado con PhD en Estudios Tibetanos de la Universidad de Harvard especializado en Mongolia. Vive entre París (Francia) y Ulán Bator (Mongolia).

http://www.hamidsardar.com

Fotografía: Hamid Sardar-Afkhami - Portal Shambhala (Mongolia)

Fotografía: Hamid Sardar-Afkhami - (Mongolia)

Mujer de los renos
Fotografía: Hamid Sardar-Afkhami - (Mongolia)

Kobesh & Raptor
Fotografía: Hamid Sardar-Afkhami - (Mongolia)

Fotografía: Hamid Sardar-Afkhami - Lago de Qizibal (Mongolia)

Tótem Reno
Fotografía: Hamid Sardar-Afkhami - (Mongolia)

Joven halconero
Fotografía: Hamid Sardar-Afkhami - (Mongolia)

LJDLP