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| Fotografía por: Adam Ferguson - Afganistán, 2009 |
Fui uno de los primeros en el lugar. Las Fuerzas Armadas de Seguridad Afganas normalmente cubren una bomba suicida como esta rápidamente. Fui capaz de llegar al epicentro de la explosión. Era una carnicería, había cuerpos, las llamas salían de los edificios. Recuerdo sentirme asustado porque habían pequeños rezagos, silbidos y pequeñas explosiones y el edificio colapsaba. Aún era pronto y había el riesgo de otra bomba. Era una de esas situaciones donde tiene que ponerse el miedo a un lado y enfocarse en el trabajo: mirar la situación y documentarla.
Esta mujer fue escoltada fuera del edificio y alrededor de esta esquina devastada. Es el epítome de todo esto -esta mujer atrapada en el medio de este evento ridículo y trágico. Desearía haberla encontrado luego para desentrañar su vida, pero muy pronto la escena fue sellada y corrí de vuelta a la oficina debido al archivo.
Como fotógrafo, me siento desesperanzado. Alrededor de médicos, personal de seguridad, personas haciendo un buen trabajo. Puede ser dolorosamente agonizante pensar que todo lo que hago es tomar fotografías.
Cuando gané el Premio World Press por esta fotografía, me sentí triste. Las personas me felicitaban y hubo una celebración encima de esta inmensa tragedia que yo había capturado. Me reconcilio decidiendo que más personas vean una historia cuando el trabajo de un fotógrafo es premiado.
Via / Guardian
