febrero 03, 2012

LOS NIÑOS-BRUJOS DE KINSASA - GWENN DUBOURTHOUMIEU

Entre 20.000 y 50.000 niños viven en las calles de Kinsasa, Congo. Organizados en pandillas, que sostienen, algunas veces gracias al robo y a prostitución. De acuerdo a Médicos del mundo, más de la tercera parte de ellos fueron expulsados de sus casas con el pretexto de ser niños-brujos y responsables de todos los problemas de sus familias (muerte, desempleo, enfermedades, etc.). La gran mayoría de las personas que viven en Kinsasa son persuadidos por la verdad este destino. Más de cien nuevos niños-brujos son descubiertos cada mes y lanzados a las calles. 

La fé en la brujería está profundamente enraizada en la cultura congolesa, pero el fenómeno, que consiste en abandonar niños acusándolos de brujería, tomó una escala visible únicamente desde los años finales de 1990. 

En esta inmensa ciudad sobrepoblada de chabolas (casas de cartón) que es Kinsasa, donde el 95% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, los niños son bocas improductivas que alimentar. 

Esta serie de "Los niños-brujos de Kinsasa" pertenece a Gwenn Dubourthoumieu y ha recibido mención especial del jurado del Prix Roger Pic 2011, y fue galardonada con el  Premio al Reportaje investigativo del Festival de Periodismo Europeo / Scoop Grand Lille 2011.

Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Vista del centro de Kinsasa, donde cientos de niños acusados de brujería viven en las calles, sobreviviendo gracias al robo, pequeños trabajos o la prostutición. © Gwenn Dubourthoumieu  

Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Mama Judith cobra $10 dólares por revelar la presencia de un niño brujo en su familia. Cada jueves, decenas de familias hacen cola, tiquete en mano, para escuchar sus revelaciones. © Gwenn Dubourthoumieu

Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Una mujer en una comunidad tradicional congolesa, en estado de trance, está revelando la presencia de un niño brujo en la reunión. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Un niño es exorcizado en una comunidad espiritual tradicional de Kinsasa. La fé en la brujería está profundamente arraigada en la cultura congolesa.  © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Una prostituta de 12 años llora en un centro médico en Kinsasa después de ser drogada por otra niña prostituta. Una niña prostituta gana alrededor de 2.000 francos congoleses ($2,2 dólares) por un encuentro sexual. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Un niño es exorcizado en una iglesia en Kansasa. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Pequeños pandilleros caminando las calles de Kansasa. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Un pastor exorciza a un niño brujo en una iglesia de Kansasa. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
El pequeño "Michael" practica su imitación del baile de Michael Jackson, un espectáculo que hace cada noche para vivir. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Élysée tiene 12 años y vive en un centro de niños de la calle. Ella quedó al cuidado de una tía luego que su madre muriera. Fue torturada con una plancha después que una iglesia la identificara como bruja y decidió escapar. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Niños brujos son exorcizados en una iglesia en Kinsasa. Cientos de nuevas sectas fundamentalistas cristianas en Kinsasa hacen dinero identificando "brujos". Por una paga investigan al niño y confirman su posesión. Por un pago extra toman al niño y lo exorcizan, casi siempre manteniéndolo sin comida por días, golpeándolo y torturándolo para sacarle el diablo. Muchos -sino la mayoría, de niños acusados de brujería son rechazados por sus familias. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Un niño de la calle permanece en un centro médico después que fuera golpeado por un carro que escapó sin darle asistencia. El niño fue traído al centro por un transeunte. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Un hombre es exorcizado en una iglesia en Kinsasa luego que un niño supuestamente lo maldijera. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Bénie tiene 13 años y fue acusada de brujería. Los niños brujos parecen interiorizar de una manera fantástica las acusaciones que les hacen. Por ello, Bérnie dice: "Fui inducida por el hermano mayor de mi padre cuando tenía 6 años. Los brujos hicieron de mí una sirena a los 9 años porque sacrifiqué a un hombre viejo. La segunda persona que maté fue un ministro de la Iglesia Kibanguiste Mpeva Longo (Espíritu Santo). Habiendo sido inducida, me convertí en la esposa de Lucifer y tuvimos dos hijos. Para entrar al Segundo Mundo uso el código 666. Este código nos fue dado durante los ejercicios de iniciación al espiritualismo. Al embrujar utilizo mis ojos; cuando miro a una persona, sólo necesitamos su sangre. Botamos su cuerpo lejos." © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Una prostituta de 12 años llora en un centro médico en Kinsasa después de ser drogada por otra niña prostituta. Una niña prostituta gana alrededor de 2.000 francos congoleses ($2,2 dólares) por un encuentro sexual. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Junior tiene 18 años. Su padre intentó matarlo cuando tenía 3 años después de ser acusado de brujería. Fue abandonado por su familia y ahora vive en las calles de Kinsasa. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Un niño viviendo en las calles de Kinsasa. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Niños brujos son exorcizados en una iglesia en Kinsasa. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Niños brujos son exorcizados en una iglesia en Kinsasa. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Un niño inhala pegante en la calle de Kinsasa. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Los niños duermen en un centro abierto para niños de la calle en Kinsasa. Un "centro abierto" es un lugar donde los niños pueden tener acceso a agua y pasar una noche y encontrar un techo cuando llueve. Sin embargo, los niños son libres de ir y venir y el centro no les provee comida, atención médica o educación. © Gwenn Dubourthoumieu


Serie "Los niños-brujos de Kinsasa"
Fotografía por: Gwenn Dubourthoumieu - Kinsasa (Congo), 2011
Niños brujos son exorcizados en una iglesia en Kinsasa. © Gwenn Dubourthoumieu

- Reportajes de Gwenn Dubourthoumieu: We

Vía / LLDLP