Un año después de que capturaran la imaginación del mundo, las revoluciones de Egipto y de Libia están ahora en el filo de la navaja. El sentimiento de esperanza que siguió a la expulsión de Egipto de Hosni Mubarak y de Muammar Gaddafi de Libia -el primero fue sacado por los altos comandos del ejército; el segundo fue eventualmente asesinado por la milicia rebelde después de una sangrienta guerra civil- se ha marchitado. En Egipto, la sombra de la dominación militar permanece a pesar de la victoria en las elecciones presidenciales de un candidato de la alguna vez llamada Hermandad Musulmana. (Muchos liberales, mientras tanto, cuestionan el compromiso islamico por la libertad y la democracia abierta.) En Libia, el violento derrocamiento de la dictadura de cuarenta años de Gaddafi ha dejado atrás un estado incipiente, dividido por las milicias tribales, aún cuando la nación ha tenido elecciones.
Testigo de primera mano de esta agitación, la fotoperiodista Sarah Elliot se dedicó a documentar a aquellas que más ganaron -y perdieron- por las transformaciones de la Primavera Árabe: las mujeres. Las revoluciones en ambos países, destinadas al derrocamiento, con un profundo autoritarismo, se presentó a las mujeres como "una oportunidad que ellas nunca habrían imaginado," dice Elliot. Las mujeres se congregaron en las límites de las protestas en la Plaza Tahrir en El Cairo; y en Libia, algunas estaban también en los límites- con armas.
Sin embargo, cuando Elliot llegó a Libia el último agosto, no mucho antes de la caída de la capital Tripoli, empezó con una historia que parecía -o al menos empezaba a ser transmitida al mundo exterior- pertenecer a las mujeres. Mientras que las innumerables imágenes que salían del Norte de África mostraban cientos de hombres cantando en las calles o que se pavoneaban alrededor de los tanques abandonados, "las mujeres eran completamente invisibles, estaban ausentes," dice Elliot. En Tripoli, ella fue a hospitales y prisiones, reuniones de civiles y edificios gubernamentales saqueados, entrevistando mujeres de todas las clases sociales y colores políticos. Su proyecto incluía tanto a una francotiradora pro-Gaddafi, a quien Elliot conoció en la cama de un hospital y después volvió a encontrar en prisión, así como un grupo de mujeres afiliadas a la rebelión- incluyendo una mujer que traficaba balas en su maleta, y otra, una luchadora en el frente, que llamó a su hijo "Doshka," como una famosa ametralladora.
Las fotografías de Elliot mezclan el retrato y el reportaje; el testimonio de a quienes entrevistó es muy importante. "No solo estaba tomando fotos," dice Elliot. "Me senté con ellas por horas y mantengo el contacto. Quiero contar sus historias completas." Ella espera expandir el proyecto desde Libia y Egipto a cubrir toda la primavera árabe- de inmediato a Túnez, donde los levantamientos del año pasado empezaron y donde existe un frágil consenso entre las fuerzas islamiscas y seculares que llegaron al poder en la estela de la revolución.
Para las mujeres hay mucho en juego. La promesa de un cambio político radical corre en contra de la realidad de unas sociedades conservadoras y profundamente patriarcales. Tanto con las pos-revoluciones de Egipto y Libia, la presión islámica cortó el mínimo de cuotas de mujeres en las nuevas elecciones. Aumenta el temor por un retroceso de lo poco ganado por los derechos de las mujeres en la era de las dictaduras, las cuales, aunque represivas, tendían a ser seculares. En Egipto, los incidentes de violaciones sexuales e intimidación -que tuvieron un breve respiro durante los vertiginosos días de unidad en la Plaza Tahrir- han empeorado; muchas se sienten más marginadas por el status quo de la pos-revolución. "Para las mujeres, hay un sentimiento de que su revolución realmente no ha terminado," dice Elliot. Ella espera seguirlas mientras sus luchas continúan.
http://sarahelliottphotography.com/
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), septiembre 2011 |
Mujeres de todas las mujeres se reúnen por cientos en la Plaza de los Mártires en Trípoli para celebrar la expulsión de Gaddafi.
|
Fotografía: Sarah Elliot - El Cairo (Egipto), noviembre 2011 |
Un aviso cuelga en la Plaza de Tahrir, "las mujeres también están presentes."
|
Fotografía: Sarah Elliot - Trípoli (Libia), agosto 2011 |
Salma Taghdi, 22 años, Aseel Tajuri, 22 años, y Maysam Shebani, 22 años, crearon un periódico revolucionario para ofrecerle a los ciudadanos de Trípoli con actualizaciones diarias que escuchaban en la radio. Taghdi y su padre usaron la radio para escuchar sobre los movimientos de las tropas de Gaddafi desde el inicio de la Revolución Libia.
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), septiembre 2011
|
Las mujeres de todas las edades se reúnen por cientos en la Plaza de los Mártires en Trípoli para celebrar la expulsión de Muammar Gaddafi.
|
Fotografía: Sarah Elliot - El Cairo (Egipto), diciembre 2011 |
Una mujer mira desde un bus una protesta afuera de los juzgados en El Cairo.
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), marzo 2012
|
Jumana Wali, de 20 años, ha disparado por los últimos cinco años. Su madre, Amal Taher Arab, de 51 años, y su hermana mayor Areej Ibrahim Wali, de 24 años, son las mejores tres mujeres tiradoras en Libia.
|
Fotografía: Sarah Elliot - El Cairo (Egipto), noviembre 2011
|
En noviembre 28 de 2011 Egipto tuvo sus primeras elecciones parlamentarias. "Esta es la primera vez que voto, hay muchas mujeres que nunca lo han hecho antes," dijo Norhan Korim, de 22 años.
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), marzo 2012 |
Sarah Esmael, de 29 años, es presentadora de un programa político online llamado Conversaciones y Opiniones.
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), abril 2012
|
Un grupo de Scouts femenido se reúnen en Trípoli para un Jamboree de una semana. Las scouts han planeado viajar fuera de la capital a un campamento, pero los conflictos tribales en Zwara preocupa a los padres de las niñas.
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), marzo 2012
|
Un grupo de mujeres y de ONG se reúnen para celebrar el Día de la Mujer. Los grupos "La voz de la mujer libanesa" y "Fénix Libia" están presentes, todas vestidas de blanco que significa paz.
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), abril 2012
|
Una mujer libanesa reza en su cuarto. Cuando los musulmanes oran se presentan a sí mismos ante Dios, estar completamente cubiertos es una marca de respeto.
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), abril 2012
|
Freeda Shlabi, de 56 años, tiene un "archivo rojo" abierto en su contra en 1980 por el Ministerio del Interior de Gaddafi. "Ellos empezaron a engañarme, llamarme e investigarme por el nombre de mis amigos."
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), marzo 2012
|
En marzo 8 de 2012, reconocido como el Día de la Mujer, un grupo de mujeres y ONGs se reúnen para celebrar.
|
Fotografía: Sarah Elliot - Tripoli (Libia), abril 2012
|
La Doctora Mariam Tayeb, de 32 años, con su hija de 3 meses, Doshka. Tayer fue una rebelde que peleó por la ciudad de Bani Walid. Estaba embarazada de 7 meses de su primer hijo en ese momento.