julio 19, 2012

LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA - LORENZO MASI

Después de veinte años de guerra civil Somalia es uno de los países más pobres y más peligrosos del mundo. Evitando el riesgo de ser asesinado o forzado a pelear en una guerra sin fin muchos de sus habitantes tratar de mudarse a países extranjeros. Considerando su posición en el Mar Mediterráneo y el pasado colonial que lo une con Somalia, Italia es uno de los destinos favoritos para las personas que huyen al país desde el cuerno de África.

La manera común de llegar a la costa italiana es cruzar el desierto en bus o en camión para llegar a los puntos de embarque cerca a la ciudad de Tripoli. Si la actual e incierta situación política no permite un análisis coherente de las condiciones de los refugiados en territorio libanés, durante el régimen de Gadaffi, los acuerdos de 2008 entre Libia e Italia (con una clara ventaja también para otros países europeos) implican que el país de África del norte encarcela los migrantes, usualmente en prisión para chantajear a sus familias, con el objetivo de prevenir su salida.

Los más suertudos que sobreviven al largo y peligroso viaje tienen el derecho de estar bajo Protección Internacional, de acuerdo a la Convención de Refugiados que Italia y otros países europeos suscribieron en Génova en 1951. Sin embargo la asistencia del estado italiano termina aquí. Excepto por algunas intervenciones esporádicas el gobierno no lleva a cabo ningún programa para proveer alojamiento a los refugiados, a ayudarles a aprender italiano, o ayudarles a encontrar trabajo. Por lo tanto, muchos de ellos viven en edificios abandonados o, cuando esos edificios son evacuados, en algunos centros de bienvenida para refugiados en los que solo pueden permanecer algunos meses. En esta situación, pasando de un alojamiento provisional a otro, tratando, a menudo ayudados por ONGs locales, aprenden italiano y encuentran trabajo, la lucha de los refugiados por vivir una vida normal son forzados a permanecer en Italia en cumplimiento en el Acuerdo de Dublin II, que impide a las personas, que son reconocidas como refugiados en un país europeo, a vivir en uno diferente.

El Fotógrafo:
Lorenzo Masi nació en Florencia, Italia en 1980. Graduado en Filosofía de la Universidad de Florencia, empezó a tomar fotografías en los primeros meses de 2008. Al final del año, siguió las protestas de estudiantes en contra de la reforma a la educación, y empezó a colaborar externamente con la agencia de fotoperiodismo "Fotogramma", con base en Milán. Actualmente sigue  proyectos personales sobre temas sociales contemporáneos.

http://www.lorenzomasi.com

Fotografía: Lorenzo Masi - Florencia (Italia), mayo 11 2010
Un refugiado somalí en el edificio "Kulanka", una bodega ocupada por refugiados somalíes en 2008  y otorgado en préstamo por la ciudad de Florencia a la asociación de refugiados somalíes en 2009. "Kulanka" en idioma somalí significa asamblea.

Fotografía: Lorenzo Masi - Florencia (Italia), julio 21 2009

Fotografía: Lorenzo Masi - Florencia (Italia), junio 20 2011
La mano de un refugiado somalí. Él tuvo un accidente cuando trabajaba como operador de una carretilla elevadora. Después de la cirugía no es capaz de cerrar la mano y en consecuencia no le es posible trabajr. Actualmente recibe una renta vitalicia por el estado italiano.


Fotografía: Lorenzo Masi - Florencia (Italia), junio 23 2011
Dos refugiados somalíes en un edificio ocupado por refugiados somalíes y de Eritrea.


Fotografía: Lorenzo Masi - Florencia (Italia), julio 1 2010
Alojamiento para refugiados ubicados en el edificio "Hotel Real" a las afueras de la ciudad.


Fotografía: Lorenzo Masi - Roma (Italia), julio 1 2011
En el patio del Centro de bienvenida de refugiados "Baobab". Amin (centro), un refugiado que ayuda a otros refugiados somalíes con sus papeles y un lugar para vivir, les muestra los formularios para solicitar al municipio un lugar para refugiados, temporalmente alojados en el "Baobab" después del desalojo de la embajada de Somalia donde vivieron por muchos años en terribles condiciones.


Fotografía: Lorenzo Masi - Milán (Italia), julio 26 2011
Nuurta, líder de la "Red de mujeres voluntarias somalíes", una asociación que ayuda a somalíes en Italia y en Somalia, durante una manifestación convocada por la asociación de Refigiados de Milán para pedir al nuevo alcalde mayor atención en las casas de refugiados y los problemas de trabajo.


Fotografía: Lorenzo Masi - Florencia (Italia), julio 21 2009
Un refugiado somalí toma lecciones de italiano dentro del edificio "Kulanka."


Fotografía: Lorenzo Masi - Padua (Italia), julio 13 2011
Mohamed Farah Omar, diplomático hasta el estallido de la guerra civil somalí, vivió primero en Gran Bretaña y después en Italia donde trabaja como conductor de camión.


Fotografía: Lorenzo Masi - Casalecchio di Reno, Bolognia (Italia), julio 11 2010
Durante la "Copa Mundial Anti-racismo". Miembros del equipo de fútbol "Non solo Firenze" (compuesto por refugiados somalíes que viven en centro de acogida en el edificio "Hotal Real" a las afueras de Florencia) celebran su victoria con algunos niños saehawies, una población del disputado territorio de Sahara occidental.


Fotografía: Lorenzo Masi - Florencia (Italia), julio 17 2010
En una boda.


Fotografía: Lorenzo Masi - Florencia (Italia), julio 4 2010
Celebraciones por el aniversario 50 del Día de la Independencia Somalí. (Julio 1, 1960)


LJDLP