octubre 08, 2012

CONDENADOS: SALUD MENTAL EN PAÍSES AFRICANOS EN CRISIS

Fotografía: Robin Hammond - Juba (Sudán), enero 2011

"Estábamos trabajando en uno de los lugares más peligrosos del mundo, ¡Mogadishu!" gritó el Dr. Habeb que dirige la única clínica mental en Mogadishu, Somalia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que 1 de cada 3 somalíes sufre de alguna clase de enfermedad mental. Desde los Campamentos para las Personas Internamente Desplazadas repartidos por toda la región a las calles bombardeadas de Mogadishu es una generación de somalíes que han conocido la guerra, el hambre, el desplazamiento y la pérdida. Traumas psicológicos masivos es el resultado. 

La respuesta más común para la enfermedad mental es la retención forzosa. El uso de cadenas en las casas, o más común en chozas o bajos los árboles afuera de la casa, para impedir que un familiar con enfermedad mental se vaya. Es una práctica aceptada en las pocas instituciones que existen. La OMS dice que en la última década el 90% de los pacientes tratados por lo menos una vez en sus vidas estuvieron encadenados. Encadenar a los pacientes es visto como una medicación alternativa, que no solo deja estigmatizado al paciente sino que causa daños físicos en las manos y piernas. Algunas de los pacientes encadenados terminan suicidándose. La persona suele estar encadenado no solo durante su "crisis aguda" sino toda su vida. 

El fotógrafo: 
Robin Hammond
Fotoperiodista, a viajado a Sudán, Uganda, Somalia, Kenia y la República Democrática del Congo para documentar la situación de la enfermedad mental en regiones que se enfrentan a crisis. Intenta cubrir 10 países en un proyecto a largo plazo sobre la enfermedad mental en África.

Fotografía: Robin Hammond - Juba (Sudán), enero 2011
Una mujer enferma mentalmente encadenada en una prisión en Juba, Sudán.


Fotografía: Robin Hammond - Juba (Sudán), enero 2011
Los hombres y mujeres enfermos mentales son alojados en diferentes celdas en la noche pero durante el día son mezclados con la población general de la prisión. 


Fotografía: Robin Hammond - Gulu (Norte de Uganda), abril 2011
Este chico de 14 años ha estado atado por seis años. Su madre se rehúsa a llevarlo al Hospital Gulu a solo dos kilómetros. 


Fotografía: Robin Hammond - Kampala (Uganda), abril 2011
Un paciente encadenado espera tratamiento en la clínica de salud tradicional del Dr. Serwadda Hassan.


Fotografía: Robin Hammond - Hargeisa (Somalia), mayo 2011
El manicomio en el Hospital Hargesia Group.


Fotografía: Robin Hammond - Galkayo (Somalia), mayo 2011
Ahmed Adan de 13 años pasa sus días caminando en círculos o sentado moviendo sus manos en la arena. Por 10 años ha estado atado a un palo bajo la lona de una tienda en un campamento para Personas Internamente Desplazadas en Galkayo. Su madre Fawzia no ve otra opción, sino lo ata él huirá. 


Fotografía: Robin Hammond - Mogadishu (Somalia), mayo 2011
Muchos somalíes llevan a sus familiares enfermos mentales a sanadores khoranic tradicionales. 


Fotografía: Robin Hammond - Mogadishu (Somalia), mayo 2011
Dr. Habeb: "Cada bala, cada mortero incrementa en número de pacientes con desordenes mentales."


Fotografía: Robin Hammond - Kenia, junio 2011
Abdi Rahman Shuki Ali de 26 años ha estado viviendo en una pequeña choza por dos años. Se queda con su familia en Dadaab al este de Kenia, el campamento de refugiados más grande del mundo, en el que los somalíes que han huido de la hambruna encuentran seguridad. 

LJDLP