junio 04, 2011

EUGÈNE ATGET

"Eugène Atget"
Fotografía por: Berenice Abbott - París, 1927

Descubierto para la historia de este medio por el movimiento surrealista, E. Atget (1856-1927) constituye un referente imprescindible para la fotografía documental. Cuando varias de sus imágenes aparecieron en La Révolution surréaliste y él insistía en que sólo hacía “documentos para artistas”, no podía imaginar que muchos de esos documentos trascenderían el objetivo para el que los había creado y no iban a ser superados en pureza e intensidad de visión; más aún, que formarían parte de los inicios de una de las corrientes fotográficas más poderosas y que se extiende hasta nuestros días.

Algunos de los jóvenes fotógrafos residentes en París en aquella época y que se movían en el círculo surrealista, como Henri Cartier-Bresson, Brassaï, Berenice Abbott o Walker Evans, recibieron una fuerte influencia no sólo de la composición temática de Atget, sino también de su manera sistemática de abordar el tratamiento fotográfico de un lugar. Walker Evans –quien después de contemplar las fotografías de Atget que le había regalado Berenice Abott escribía: “me sentí electrizado y alarmado”-, aprendería de Atget el valor cultural de lo insignificante y también el valor específico de la fotografía como documento.

"Le village D´Ivry"
Fotografía por: Eugene Atget - París, 1910

La inmensa tarea que se planteó Atget -comprender e interpretar en términos visuales la tradición viva y antigua de su ciudad- pasa a la siguiente generación a través de los discípulos de Evans, entre los que se cuentan Robert Frank, Garry Winogrand o Lee Friedlander, junto a otros muchos que irán formando un linaje que llega hasta la actualidad en fotógrafos como Bern y Hilla Becher o Fazal Sheikh.- Mapfre. - 

Eugene Atget nació el 12 de febrero de 1857 en la ciudad francesa de Libourne. Si bien su instrucción fue escasa, supo compensarla con la lectura y a través de las amistades que a lo largo de su vida fue haciendo con artistas plásticos. Su vocación (o sus ganas, mejor dicho), se inclinaron hacia el arte: intentó ser actor y también pintor, con sendos y rotundos fracasos. Pero de algo tenía que ganarse la vida y sabiendo las necesidades que tenían los artistas de imágenes documentales para “inspirar” sus cuadros, adquirió una vieja y arruinada cámara de fuelle para placas 18 x 24 y salió a recorrer las calles de París buscando aquello que le encargaban.

Fotografía por: Eugene Atget - París, década de 1920.

Pero con esto no le alcanzaba para sobrevivir. Entonces amplió el espectro de sus clientes fotografiando pequeños negocios, frentes de edificios e interiores de hogares de gente adinerada.

"Cabaret del infierno"
Fotografía por: Eugène Atget - París.

En poco tiempo descubrió que estaba haciendo un inventario del París de fines del siglo XIX. Fue descubriendo lugares que nada tenían que ver con la actividad profesional que había emprendido. Vendedores ambulantes, rincones perdidos de los distintos barrios, terrazas de cafés y detalles arquitectónicos que poco a poco fue registrando con inteligencia.

Atget no tenía medio de locomoción alguno y para visitar a sus clientes caminaba con su pesada cámara a cuestas. Era un peatón muy observador, además de un excelente fotógrafo.

No es ningún descubrimiento decir que para conocer íntimamente una ciudad no hay otra forma que caminándola.

"Prostituta en París"
Fotografía por: Eugène Atget - París, década de 1920

Si bien estos hallazgos fotográficos eran apreciados por muchos de sus amigos, para él no significaban demasiado. Cuando alguien le decía: “¡Qué buena fotografía!”, se limitaba a responder: “Tengo miles como esa”. Es más, cuando le proponían publicar alguna, se negaba a que apareciese su nombre.

Fotografía por: Eugène Atget - París.

Atget fotografió a lo largo de toda su vida, hasta el último día y, aparentemente, consideraba a su profesión, la de fotógrafo, como vergonzante y que él debía ejercerla por necesidad, para subsistir.

Seguramente este pensamiento nace del esfuerzo y la estrechez económica. Debía caminar diariamente muchas cuadras para obtener un cliente, realizar las tomas, revelar las placas en el baño de su casa y dejar el tema de las copias para su mujer, quien tenía una salud muy delicada y sufrió de diversas enfermedades prácticamente toda su vida.

Estaba, literalmente, harto de toda esta mecánica para ganar apenas cinco francos (una cifra muy pequeña), por cada trabajo.

Fotografía por: Eugène Atget - París.

Sus fotos no profesionales eran el escape a esa aplastante rutina, ya que elegía con entera libertad aquellos temas que lo atraían estéticamente.

Man Ray, quien era vecino suyo, fue el primero que lo descubrió, pero no pudo hacer nada para difundir su trabajo y sus condiciones de artista. Atget siempre le repetía lo mismo: “Son documentos, solamente documentos”.

"Fête des Invalides"
Fotografía por: Eugène Atget - París, 1898

La lista de pintores que le compraban fotos Atget era larguísima. Entre ellos se contaban Derain, Vlaminck, Utrillo y Braque. Pero ninguno apreció el arte del fotógrafo. Para ellos también eran documentos que recreaban con sus paletas.

En 1926 falleció su esposa, de la que estaba profundamente enamorado. De allí en más, ya no le quedaba nada que lo aferrase a la vida. Podríamos decir que se dejó morir el 4 de agosto de 1927. El médico que extendió el certificado de defunción no pudo determinar la causa. Sólo murió.

"Versailles"
Fotografía por: Eugène Atget - París, 1901

Un par de años antes, una escultora estadounidense, alumna de Man Ray, comenzó a interesarse por la fotografía. A través de su maestro, Berenice Abbot (tiempo después una muy importante fotógrafa), tuvo la oportunidad de tomarle a Atget el único retrato que de él tenemos. Tras su muerte, le compró al hermano de Atget unos diez mil negativos, quien no sabía muy bien para qué guardarlos y los dólares de la estadounidense le resultaron por demás atractivos.

De esta manera, accidental, prácticamente la totalidad de la obra de Atget (veintiocho años de registros de la vida cotidiana de París), llegó a los Estados Unidos.

La propia Berenice Abbot se encargó de realizar cientos de copias que se encuentran, como obras de arte, en muchos museos estadounidenses.

Eugene Atget es uno de los grandes nombres de la historia de la fotografía, aunque él no se enteró, o no quiso hacerlo.- Artstudio magazine. -

Eugène Atget:



Enlaces: 

- Paris changing: revisiting Eugène Atget's Paris: Libro

- Eugène Atget: photographs from the J. Paul Getty Museum: Libro

- Arget, el artista que no aspiraba a serlo. Raquel González Arias: Artículo
"“Documentos para artistas”. Así rezaba el rótulo que Eugène Atget (Libourne, 1857 – París, 1927) había colocado en la puerta de su casa, en París, para definir su trabajo como fotógrafo. Esta leyenda ponía de manifiesto su escaso interés por transmitir emoción alguna o crear arte a través de la fotografía. El objetivo de Atget era únicamente el de captar imágenes que sirvieran como punto de partida al trabajo de otros, imágenes tan asépticas como una tarjeta científica o de identificación. Sus principales clientes eran ilustradores, artistas, aficionados a la historia e instituciones interesadas en la historia de París."