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| Fotografía por: Paolo Pellegrin - Egipto, 2011 |
“Cuando hago mi trabajo y estoy expuesto al sufrimiento de otros - sus perdidas o, algunas veces, su muerte - siento que sobrevivo como testigo; que mi papel y responsabilidad es crear un archivo de nuestra memoria colectiva. Parte de esto, creo, tiene que ver con nociones de responsabilidad. Tal vez es únicamente en ese momento de sufrimiento que esas personas serán tenidas en cuenta, y nada borrará nuestras excusas si algún día decimos que no lo sabíamos.
Pero también siento que en este espacio frágil y delicado que rodea la muerte, en el espacio al que algunas veces tengo el privilegio y el castigo de entrar, existe la posibilidad de un encuentro con el otro de una manera que va más allá de las palabras y la cultura y las diferencias. Es acerca de ser expuesto por un momento el uno frente al otro y en frente del acto y el misterio de la muerte.
En ese momento siento que miro algo que no puedo ver completamente pero que me mira. Es en ese intercambio que algo simultáneamente universal y profundamente íntimo puede ser encontrado; en la muerte de otro hay una perdida que pertenece a todo el mundo.”
-Paolo Pellegrin
Pero también siento que en este espacio frágil y delicado que rodea la muerte, en el espacio al que algunas veces tengo el privilegio y el castigo de entrar, existe la posibilidad de un encuentro con el otro de una manera que va más allá de las palabras y la cultura y las diferencias. Es acerca de ser expuesto por un momento el uno frente al otro y en frente del acto y el misterio de la muerte.
En ese momento siento que miro algo que no puedo ver completamente pero que me mira. Es en ese intercambio que algo simultáneamente universal y profundamente íntimo puede ser encontrado; en la muerte de otro hay una perdida que pertenece a todo el mundo.”
-Paolo Pellegrin
