Fotografía: Ami Vitale - Palestina, octubre 2000 |
Estaba fotografiando un funeral, y habiendo pasado la mayor parte del día con mujeres, fui a ver el cuerpo que llegaba. Un hombre en la procesión empezó a gritar, "Agente de la CIA" y me apuntó. Estaba rodeado por cientos de hombres furiosos, gritando en mi cara, agarrándome, estaba aterrorizado, y pensé, "Esto es. Voy a morir." De repente entendí a la multitud. Ahí no se piensa, es solo pasión.
Una mujer con la que había pasado el día me jaló de ahí. Cuando llegué a casa, me senté y lloré y lloré - ella salvó mi vida. He estado en Palestina, pero he sido más cauteloso después de eso; de lo que había sido hasta entonces. Ese momento cambió mi perspectiva. Ninguna fotografía lo vale.
↬ / Guardian