Marco Antonio Cruz (México): No, contrariamente a lo que dices, la fotografía es la representación de la realidad, y no es algo nuevo, no es algo que venga con la foto, yo creo que la interpretación de la realidad viene desde el propio desarrollo del hombre. Hay una gran necesidad del hombre por documentar sus hechos, sus angustias, sus temores y sus rituales, y esto lo podemos encontrar desde las prehistóricas cuevas de Altamira. El desarrollo de la historia del arte en el mundo egipcio, griego, romano, y en todas las culturas posteriores, encontramos la representación del hombre y sus necesidades; antes lo que existía era una especie de interpretación de la realidad por medio del dibujo, la escultura y un montón de materiales, pero justamente con la fotografía por primera vez se documenta fielmente al hombre.
MAC: La fotografía es una de las expresiones más recientes para documentar; tiene menos de 200 años, pero la cantidad de documentos que se han producido con ella es impresionante. Nunca antes la vida del hombre se había documentado tanto como ahora. La fotografía ha alcanzado un nivel tan importante, que incluso el acceso a ella es muy popular; por ejemplo, casi la mayoría de los teléfonos celulares tiene cámara fotográfica, y lo que se captura a diario es impresionante: miles, millones de fotografías.
Yo creo que la fotografía tiene un gran valor, precisamente por lo mismo, el hecho de ver imágenes de gente del siglo XIX realmente es sorprendente. De 1850 a la fecha, es impresionante la cantidad de imágenes fotográficas que se han producido, y su contribución es cultural. Nosotros, al vernos reflejados, aprendemos de nosotros mismos; la fotografía va cambiando conceptos y formas de pensar, revolucionando a la humanidad. La fotografía ha sido permanente en la vida del hombre.
MAC: Siempre he pensado que el principal limite de un fotógrafo o de un proyecto es el mismo fotógrafo. Hay que estar aprendiendo continuamente; si no, vamos a estar limitados. Por otro lado, el público es fundamental: Hay que hacer imágenes que provoquen emociones. La idea es no hacer un trabajo estéril, sino uno con capacidad social real.
A mí no me interesa el arte por el arte. Y ésta es un poco la enseñanza de Nacho López; él decía: Si el arte no tiene un sentido social, se muere con el tiempo. Y es totalmente cierto, lo he comprobado. El arte para galería es el arte para el arte, va destinado a ciertos compradores, a cierto mercado, pero finalmente, después de una década, nadie se acuerda de él. En la fotografía documental no sucede esto, porque la mayoría de los temas son intemporales; en la medida que pasa el tiempo adquieren mucho más valor, y la tarea es muchísima; creo que la necesidad por documentar situaciones en nuestro país son muchas.
Si hacemos un análisis de lo que se sucede en este país (México), el trabajo documental es necesario y continuo: Lo que sucede con el narcotráfico, por ejemplo, es una problemática impresionante, y hay que documentarla, pero es un tema tan grande que es una labor de muchísimos fotógrafos para poder interpretar lo que está sucediendo, y afortunadamente se está haciendo: Los fotógrafos en los estados, sobre todo en las zonas calientes o en las plazas, lo están documentando, y al mismo tiempo es cada vez más difícil para ellos, porque también está en riesgo su propia seguridad, pero esa es una de las situaciones relevantes que exigen estar ahí.
También hay temas que son tan cotidianos que están ahí, pero nosotros no los vemos, y hay que documentarlos. Un ejemplo es lo que sucede con las cuestiones indígena y campesina, el panorama es enorme. Uno sale a los estados y son como canteras: Posibilidades impresionantes para el desarrollo de temas. Lo que se necesita ahora es vida, para poder concluir tan sólo con lo ya hecho, que es por ahora mi preocupación.
i: ¿Cuál es la importancia de la fotografía documental?
MAC: El hecho de documentar ciertos momentos -algunos trascendentales- dentro de la historia del país, por ejemplo el terremoto de 1985. Éste fue para mí muy complicado de retratar, porque había una angustia colectiva por rescatar a la gente atrapada. Incluso me decían que no tomara fotos y que me pusiera a rescatar, lo que hizo complicado el tomar fotos, pero aun así tuve que hacerlo, y ahora, después de 24 años, son imágenes históricas.
Lo que yo siempre he procurado es ser muy fiel con lo que retrato, ni inventar hechos ni situaciones. Si retrato a un personaje éste debe tener su identidad, su nombre, su edad y a qué se dedica. Que tenga su historia es muy importante; antes -en los años 70-, la gente retrataba y era la imagen y punto.
Cuando hago las fotografías prefiero la mayor cantidad de información, pero también prefiero información muy básica, muy escueta, pero que le dé al espectador el contexto de quién era ésta persona y cómo lo tomé en ese momento. La importancia de la fotografía es esa: Después de retratar tanto tiempo, cuando formas un cuerpo de trabajo o varios, la gente ya tiene un reconocimiento hacia tu obra por el valor de las imágenes. Siempre he pensado que cuando uno realiza proyectos documentales con un sentido social, lo más importante es el proyecto, ya no el fotógrafo. En este caso, para mí son mis fotos, no es Marco; Marco es quien hizo esas fotos, pero yo no intento aprovecharme de la situación, siempre he procurado trabajar de una manera discreta para seguir produciendo. En ocasiones me parece que el reconocimiento es como un ancla que te impide seguir trabajando; en mi caso sí prefiero tener cierta distancia, incluso puedo parecer un loco antisocial, porque prefiero seguir en lo mío y no valerme de lo que yo he hecho para obtener otras cosas.