mayo 01, 2012

TANK MAN - 1989

Fotografía: -- Pekín (China), junio 5 1989

En junio 5 de 1989, luego de semanas de grandes protestas en Pekín y una campaña que resultó en la muerte de cientos de personas, un hombre solitario se plantó frente a una columna de tanques que retumbaban en la Plaza de Tiananmen. El momento se convirtió instantáneamente en un símbolo de las protestas así como un símbolo en contra de la opresión en el mundo - un acto anónimo de desafío que se grabó a fuego en la conciencia colectiva.

“Empezó con un hombre con una camisa blanca que caminó hacia la calle y levantó su mano derecha no más alto que en Nueva York para parar un taxi,” escribió James Barron al siguiente día en el periódico The New York Times. La fotografía apareció en la página principal de este periódico así como en incontables publicaciones alrededor del mundo.

Fotografía: -- Pekín (China), junio 5 1989

Hasta hoy, la identidad y el destino de este hombre de la fotografía permanece oscuro. Un documental fascinante “The Tank Man,” de la PBS Frontline exploró este destino en 2006. Aún así no se sabe con certeza quién es o qué pasó con él. La imagen permanece bloqueada en China. A pesar de su estatus de ícono y de su significado histórico, muchas personas jóvenes no reconocen la fotografía. 

Pero no hubo sólo una foto del “tank man.” Cuatro fotógrafos capturaron aquel encuentro ese día desde el Hotel Pekín, que miraban hacia la Avenida Changan (la Avenida de la Paz Eterna), y que sus vidas se enlazaron por siempre a partir de ese momento.

Fotografía: Charlie Cole - Pekín (China), junio 5 1989

Charlie Cole estaba en Pekín el 5 de junio de 1989 por el Magazine Newsweek. Su versión del momento es parca — tres tanques apilados, líneas pintadas enfatizando la dirección de los tanques, todos los caminos conducen hacia el hombre. Los detalles son claros y sorprendentes: la estrella roja sobre el tanque y las bolsas que sostiene el hombre, hace parecer que su protesta fue una decisión de último momento de camino a casa desde el trabajo o del mercado. Simple, justa y poderosa.

“A medida que el sol aparecía en la mañana del cuatro de junio, las armas automáticas habían interrumpido toda la noche. Los vehículos ardían a lo largo de las calles principales. 
La información alrededor de la ciudad era difícil de conseguir, debido a que el movimiento era cercado por el PLA (People’s Liberation Army) con cientos de tropas estacionadas por toda la ciudad y en los puntos de control vigilando las intersecciones. Stuart Franklin y yo habíamos fotografiado bastante. Habíamos fotografiado heridos en el hospital y habíamos tratado de llegar cerca a los encuentros entre ciudadanos y ejército como fuera posible sin ser detectados o arrestados. 
En la mañana del quinto día, estábamos de regreso al punto de avanzada en el balcón del Hotel Pekín, tratándo de mirar que estaba sucediendo en la plaza. No estábamos en el balcón hacia mucho cuando al menos 20 hombres blindados y armados salieron de la plaza hacia la avenida Changan. En ese momento, separaron la multitud. No sabría decir si disparaban sobre la multitud o entre ellos, pero no hace falta decir que despejó las calles de las cientos de personas que estaban allí. El APC continuó hacia la avenida siguiendo no muy de lejos la línea de los tanques.
Mientras los tanques estaban cerca del Hotel Pekín, el hombre joven se atravesó en medio de la avenida llevando su saco y las bolsas de compras para detener los tanques. Seguí fotografiando para anticiparme a lo que sentí iba a ser un condenado. Pero increíblemente, el primer tanque pasó, y luego trató de moverse alrededor de él. Pero el joven se atravesó de nuevo. Finalmente, la PSB (Public Security Bureau) lo agarró y huyó con él. Stuart y yo nos miramos sin creer lo que acabábamos de ver y de fotografiar.
Creo que su acción capturó el corazón de las personas de todas partes, y cuando llegó el momento, su carácter definió el momento, más que el momento lo definiera a él. Él hizo la imagen. Yo sólo fui uno de los fotógrafos. Me sentí honrado de estar allí. 
Después de tomar la foto de ese momento decisivo, me empecé a preocupar por la vigilancia de la PSB sobre nuestras actividades en el balcón. Había utilizado tres rollos de película con dos cámaras. Un rollo era del encuentro de los tanques, mientras que el otro tenía buenas fotos de la multitud y las confrontaciones de la PLA y de civiles heridos en el hospital. Remplacé el rollo final no expuesto de una de las cámaras, remplazando el rollo del tanque, y con renuencia dejé el otro rollo del herido en la otra cámara. Sentí que si la PSB buscaba en la habitación o me atrapaba, mirarían con mayor detenimiento si no había rollos en las cámaras.
Luego, puse el rollo del tanque en una cápsula de plástico, la puse en una bolsa y la até a la cadena en el tanque del baño. Escondí mi cámara lo mejor que pude in mi habitación. En una hora, las fuerzas del PSB forzaron la entrada y empezaron a registrar la habitación. Luego de cinco minutos, descubrieron las cámaras y sacaron los rollos, parecían satisfechos de haber neutralizado el cubrimiento. Luego me forzaron a firmar una confesión que decía había fotografiado durante la ley marcial y confiscaron mi pasaporte. 
Algún tiempo después, fui capaz de volver a la habitación y sacar el rollo, que llevé a la oficina de la A.P y lo desarrollé. Después, David Berkwitz, que había sido enviado a Pekín como fotógrafo técnico de Newsweek transmitió la foto a tiempo antes del cierre.
En mi opinion, agradezco que esta sola imagen se convirtiera en el ícono “madre” de la tragedia de Tiananmen. Esto tiende a eclipsar el tremendo trabajo de otros fotógrafos hicieron en ese momento. Algunos periodistas fueron asesinados y casi todos se arriesgaron a ser heridos alguna vez. Jacques Langevin, Peter y David Turnley, Peter Charlesworth, Robin Moyer, David Berkwitz, Rei Ohara, Alon Reininger, Ken Jarecke y otros grupo contribuyeron a un cubrimiento más completo de lo que ocurrió durante la tragedia y no debemos ser simplistas, este evento tan complejo requiere más que una sola fotografía.”

Fotografía: Stuart Franklin - Pekín (China), junio 5 1989

La fotografía de Stuart Franklin se siente como una pintura. El Sr. Franklin, un fotógrafo de Magnum asignado por la revista Time, tomó fotografías desde el techo con el Sr. Cole. Nos ofreció la escena completa. Esa figura solitaria y pequeña en un espacio reducido del encuadre enfatiza contra qué se enfrenta —  un autobus se quema en el fondo, que recuerda los enfrentamientos de la noche anterior. Sombras dominan el lado izquierdo, como nubes de tormenta.

“Me levanté en el Hotel Pekín para encontrar que la Avenida Changan estaba ocupada por un grupo de estudiantes enfrentándose a una línea de soldados y una columna de tanques. Yo estaba asomado por el balcón del quinto piso (creo). Otros tres estaban también en el balcón: Charlie Cole, un reportero de Actuel en Francia y otro de Vanity Fair. Traté de fotografiar todos los eventos, pero como otros fotógrafos que trabaja con rollos, temía quedarme en el frame 36!
En algún momento, hubo disparos y los tanques se movieron por el camino hacia nosotros, dejando la Plaza Tiananmen detrás, hasta ser bloqueados por un manifestante solitario. Él llevaba dos bolsas de mercado y protestaba al conductor del tanque en un acto de desafío. Después desapareció entre la multitud al ser llevado lejos del tanque por dos transeúntes. 
El resto del día lo pasamos tratando de entrar a los hospitales para saber cuantas personas habían muerto o habían sido heridas. En los dos hospitales a los cuales pude entrar, encontré jóvenes chinos - estudiantes probablemente - siendo tratados en el piso o en los corredores del hospital. Fue un misterio no encontrar muertos. Entendí después que la mayoría de las víctimas fueron llevadas a los hospitales infantiles en la ciudad para evitar la atención de los medios. Los oficiales chinos trabajaron muy duro para ocultar la evidencia de la masacre.
El rollo fue camuflado en un paquete de té por un estudiante francés y entregado a la oficina de Magnum en París.”

Fotografía: Jeff Widener - Pekín (China), junio 5 1989

Jeff Widener encuadró su foto un poco más, igual que el Sr. Cole, pero con un tanque adicional en el encuadre y una luz de la calle surgiendo misteriosamente desde abajo. La versión del Sr. Widener para The Associated Press, fue probablemente la de mayor circulación de las cuatro. Fue hecha desde uno de los pisos bajos del hotel, cerca al piso, y capturó el encuentro cara a cara entre el solitario hombre y el conductor del primer tanque.

“En algún momento de junio 5 de 1989, me encontré afuera del Hotel Jianguo en Pekín y de camino a la oficina de The Associated Press pasé buses quemados y bicicletas aplastadas. Tenía gripe y tenía una contusión grave. Una piedra me había golpeado la cara mientras fotografiaba un carro quemado durante la revuelta de Tiananmen. La cámara Nikon F3 Titanium absorbió el golpe y salvó mi vida. 
Cuando entraba a la oficina de A.P., localizada en un sector diplomático, leí un mensaje desde los cuarteles de A.P. en Nueva York. “No queremos que tome riesgos innecesarios pero si alguien puede fotografiar la Plaza de Tiananmen, lo agradeceríamos.” Chico, eso no era lo que quería leer después del terror del que había sido testigo la noche anterior.
Estaba muy asustado y lejos de la herida tenía que encontrar el coraje para hacer ese largo camino en bicicleta al Hotel Pekín, que tenía la mejor vista. Al final, me las arreglé para camuflar mi cámara al entrar al Hotel Pekín y pasar la policía, gracias a un chico de colegio llamado Kirk o Kurt. Dos décadas después, no he sido capaz de localizarlo y expresarle mi gratitud. Sin su ayuda, el mundo se habría perdido una imagen memorable. 
Al tomar las fotos desde el balcón del sexto piso del Hotel Pekín, gastaba el rollo bastante rápido. Los tanques iban contra los buses quemados. Los muertos y heridos eran apilados en pequeños carros. Le pregunté a Kurt/Kirk me ayudara a encontrar otros rollos. Volvió una hora después con un rollo de Fuji 100 ASA color película negativa. En el vestíbulo del hotel sólo había un turista. Normalmente fotografío con 800 ASA. Eso sería un hecho crítico después.
Cargué el rollo o película en una cámara Nikon FE2. Era pequeña y tenía auto-exposímetro. Mientras intentaba quitarme el terrible dolor de cabeza que tenía, pude escuchar el sonido familiar de los tanques a la distancia. Salte. Kurt/kirk me siguió a la ventana. A la distancia había una gran columna de tanques. Era un signo impresionante. Siendo el perfeccionista que soy, esperé por el momento exacto para la foto.
De repente, un chico con una camisa blanca corrió al frente y le dije a Kurt/Kirk, “Demonios — ese chico va a arruinar mi composición.” Kurt/Kirk gritó, “Van a matarlo!” Encontré mi Nikon 400mm 5.6 ED lente IF  y esperé por el instante en el que le dispararan. Pero no pasó.
La imagen era muy lejana. Miré atrás a mi cama y vi mi teleconvertidor TC-301. Ese pequeño adaptador de lente podía ayudar a mi foto. Con el, pude obtener una imagen fuerte pero temía perder todo si el hombre se hubiera ido cuando yo volviera.
Salté en la cama, corrí de nuevo al balcón y ajusté todo. Enfoqué cuidadosamente y disparé uno... dos ... tres veces hasta que noté que, sintiendo que me desvanecía, que la velocidad de obturación era muy baja a 30vo - 60vo por segundo. Cualquier aficionado sabe que con una velocidad de obturador tan lenta es imposible sostener la cámara en la mano con una distancia focal de 800mm. estaba sobre el piso del balcón y observaba desde una esquina. Enfrenté la realidad que había perdido el momento.
Antes había completado mi misión de fotografiar la Plaza de Tiananmen ocupada entonces le dí todos mis rollos de película a Kurt/Kirk que los llevó a la oficina de A.P. y  que camufló en sus ropa interior. El chico de cabello largo de colegio usaba una camiseta sucia de Rambo, pantaloneta y sandalias. La seguridad nunca sospechó que fuera un periodista.
Cinco horas después, sin películas y exhausto, llamé a la oficina de A.P. en Pekín. El editor fotográfico Mark Avery, me preguntó, “Jeff, ¿Cuál era la velocidad de su obturador?” Mi corazón saltó. Mark dijo: “Está bien. La usamos pero no es muy atrapante.”
El día siguiente llegué a la oficina donde Liu Heung Shing y me dijo en broma que tenía “muy malas noticias desde Nueva York.”

Sobre el teclado estaba el mensaje de felicitación desde todo el mundo: “Felicitaciones. El "tank man" de Widener está en todas las primeras páginas de los periódicos de Reino Unido.” “Tank man en la principal de todos los periódicos de Europa.” “Ojalá hubiera estado allí, Horst Faas, Londres.” “El periódico francés  Liberation quiere una entrevista exclusiva con Jeff Widener.” “Tank man en la primera página de USA Today e International Herald Tribune.” “Por favor contactar a la Revista Life por la imagen de tank man.”
La respuesta fue sobrecogedora.
Mi aniversario número 20 de vuelta a Pekín estuvo lleno de emociones. Recordé caminando por una avenida muy tranquila y con árboles por la Embajada de Estados Unidos. Mientras caminaba por el parque Ritan de Pekín y respiré ese olor placentero de bosque quemado de Asia, me pareció difícil imaginar el infierno que tuvo lugar en esas calles dos décadas antes.”

Fotografía: Arthur Tsang Hin Wah - Pekín (China), junio 5 1989

Arthur Tsang Hin Wah de Reuters fue golpeado dos noches antes por estudiantes que lo confundieron con un espía. Su fotografía de tank man, dividida en tercios por dos postes de luz, fue tomada unos segundos antes que las otras, al tiempo que los tanques ajustaban su posición detrás de ese hombre solitario. El bus quemado luce pesado en la versión del Sr.Tsang.

“Los disparos se pueden escuchar llegando desde el este y el oeste. Me siento inseguro de volver a la plaza donde estaban los estudiantes, entonces voy al piso 11 del Hotel Pekín, donde están algunos de mis amigos de prensa. 
La plaza estaba despejada pero ahora habían más de 100 tanques juntos. Vimos personas protestando cerca del hotel. Las tropas abrieron fuego y mataron a muchos. Tomamos fotos desde el balcón mientras, al otro lado de la calle, la policía mira todo lo que hicimos.
Algunas veces las balas golpeaban las habitaciones del hotel cuando las tropas conducían de paso y disparaban al cielo para asustar a la gente.
Los rumores que surgían era que ellos iban a limpiar el hotel. Muchas personas de la prensa, especialmente chinas, empacaron y se fueron. Alrededor del mediodía, escuchamos el rugir de los tanques. Más de 20 de esos, en una larga columna, salieron de la plaza y venían por nuestro camino. Bajé mi Nikon F3HP con un rollo y empecé a disparar con un lente telefoto de 300mm.
De repente uno de mis amigos gritó, “¡Este chico está loco!” Ví por el viewfinder un hombre cargando dos bolsas de plástico caminando por la desocupada Avenida Changan desde un lado, bloqueando los tanques. El primer tanque se movió hacia un lado pero el hombre se movió en la misma dirección, previniendo el avance. Puse un teleconvertidor 2x y tomé un par de fotos más ajustadas. Después el hombre escaló el primer tanque y trató de hablar a los soldados que estaban dentro. Cuando bajó, cuatro o cinco personas llegaron desde el lado y lo empujaron lejos. Él desapareció para siempre. 
Llamé a mi oficina y les dije que tenía una gran foto. Un colega llegó en una bicicleta y recogió el rollo. Permanecí en el hotel por los siguientes dos días. 
Por alguna razón, el editor de la oficina no escogió la foto del hombre bloqueando los tanques. En vez de eso, escogieron el encuadre del hombre escalando por el tanque. Al día siguiente, la versión de A.P. fue ampliamente difundida. Me llamaron al hotel y les dije que miraran de nuevo. Entonces mi foto del hombre bloqueando el tanque fue lanzada 12 horas después de mis competidores. 
Me agrada que aún tenga impacto después de 20 años. Cuatro versiones diferentes pero el mismo enfoque.”



↬ / NYTimes