mayo 07, 2012

TE AMO RÁPIDAMENTE

Krisanne Johnson ha trabajado en un proyecto personal a largo plazo sobre jóvenes mujeres y VIH / SIDA en Suazilandia y en la cultura de la juventud sudafricana post-aparteid desde 2006. Esto dice de su trabajo, la serie "I love you real fast" galardonado con el W. Eugene Smith por su Fotografía Humanitaria: 

Llegar a la mayoría de edad para las mujeres Suazi es muy difícil. Una pequeña nación africana de un millón de habitantes, Suazilandia es regida por una de las últimas monarquías absolutas que existen en el mundo. La antigua tradición de la poligamia y la relajada actitud hacia la sexualidad se han convertido en una combinación devastadora para las mujeres: Suazilandia reporta el porcentaje más alto de personas VIH positivas en el mundo, siendo las mujeres jóvenes las más afectadas. La mitad de las mujeres jóvenes Suazi son VIH positivo, y la expectativa de vida ha caído de 61 años a casi 31 en los últimos 10 años.

Cada año, jóvenes mujeres de todo el país se reúnen para el baile de Umhlanga, una ceremonia de 8 días en honor a la Reina Madre para celebrar su virginidad. La primera vez que fui a Suazilandia en 2006 fui a documental el baile anual y otros ritos de la edad de estas mujeres que viven en medio de la enfermedad y de sus víctimas, mujeres que, aún de cara a tal tragedia y a un futuro incierto, poseen todo el entusiasmo y la energía de la juventud. Mi meta era capturar los matices que comprometen al ser humano, más allá de la experiencia de la tragedia.

En los últimos cinco años, el progreso de este trabajo se ha movido de tradicionales ritos de pasaje a una joven cultura moderna y a una mirada íntima en los hogares de las mujeres con HIV positivo. Mi percepción ha madurado junto con estas mujeres. Me ha permitido ser testigo de la rapida intimidad y de los amigos perdidos y ganados. Me ha hecho ver que las chicas están constantemente en el filo del abismo. desde dar a luz hasta enterrar a sus mejores amigos, desde encontrar el amor a pelear solas por su vida, estigmatizadas y con el corazón roto.

Esos momentos de mi interacción con las jóvenes mujeres Suazi me recuerda la complicado, frustrante y profunda naturaleza humana de sus predicamentos, opciones y deseos. He visto amigos de la juventud volverse a encontrar a través de las camas de un hospicio, uno de las cuales estaba peleando con las únicas células T - su “único soldado.” He visto innumerables mujeres dejando sus casas en el campo para buscar trabajos que no existen cerca a la ciudad, sabiendo que les serán presa fácil de un hombre viejo que las ayudará por sexo. He fotografiado una joven mujer VIH positivo que se rehusaba a tomar los medicamentos por miedo a que fuera un indicio para otros de su muerte. En vez de eso, me contó de sus sueños de unirse al ejército para ganar “dinero como polvo” para soportarse ella y su niño recién nacido, bromeando en un solo aliento sobre que ella probablemente no logre llegar a los veinte años y verme en mi siguiente viaje de vuelta. Es difícil comprender cómo ella acepta tan fácil las contradicciones de su vida. Que su propia madre está tan asustada de decirle a su hija o a cualquiera de sus amigos que ella misma ha empezado un tratamiento retroviral, por miedo a los chismes y al aislamiento, parece subrayar la frustrante realidad que por cada paso adelante. hay un paso atrás.

Y eso es el asunto: no hay una historia única, solo frustrantes inconsistencias. Así en cada viaje, sigo encontrando un sentimiento de esperanza por lo que el futuro pueda deparar, aunque navegen este angosto puente entre la vida y la muerte.

Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Una jovencita viste una minifalda en el Suazilandia rural. Vestidos occidentales como minifaldas han sido denominados "unSwazi" y usados para justificar actos de abuso físico en contra de niñas y mujeres. Un reporte comisionado por la UNICEF y el Fondo CDC encontró que una de cada tres niñas ha experimentado violencia sexual antes de los 18 años en Suazilandia.


Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Jóvenes niñas Suazi corren y bailan al reunirse aproximadamente 40.000 niñas vírgenes como larte del Baile anual de Umhlanga. Jóvenes virgenes de todo el país se reúnen para una ceremonia de ocho días en honor a la Reina Madre y para celebrar su virginidad. Muy cerca cada año el Rey Mswati III continúa la práctica de la poligamia y escoge una de las niñas para ser su esposa. Él tiene ahora 13 esposas. 


Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Jóvenes vírgenes llevan cañas de agua para simbolicamente reparar los para-brisas alrededor del palacio de la Reina Madre en el Baile anual de Umhlanga. 
Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Una mujer joven llora antes de entrar al hogar de sus esposo mientras que simbólicamente deja atrás su familia en la Suazilandia rural. Los hombres Swazi son libres de tomar cuantas esposas quieran mientras sean capaces de pagar la lobola, que es pago en ganado. 

Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
 Un adolescente practica una voltereta en la pared en un barrio urbano. Él se ha unido a sus amigos para crear un grupo de baile hip hop para sacarlos de las calles y mantenerlos alejados del crimen y las drogas. El desempleo es del 43 por ciento en el país, lo que significa que muchos adolescentes dejan el colegio para buscar trabajo.


Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Hombres coquetean con adolescentes en una piscina local.


Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Decoraciones cuelgan de la pared detrás de la cama de una chica que comparte con su madre en una casa de una habitación.


Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Jóvenes Suazi de fiesta en un bar local en Manzini, Suazilandia. La expectativa de vida en Suazilandia ha caído de 61 años a casi 31 en los últimos 10 años.


Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Una joven mujer VIH positivo, de 19 años, de pie junto a su hermana después de los coros de la mañana. Unos días antes, el doctor le dijo era necesario empezar las drogas antiretrovirales, peor aún permanecía temerosa de empezarlas. Muchos de sus amigos y familia sin VIH positivo y solo unos pocos han empezado tratamiento debido al estigma y al miedo.


Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Una niñera que cuida niños en su casa. Mucho de los niños tiene madres VIH positivo. El niño, de dos años, en la foto con el caminador, murió en septiembre de 2010 debido al SIDA.


Fotografía: Krisanne Johnson - Suazilandia, 2006/ 2012
Una madre VIH positivo, de 33 años, también sufría de TB y cáncer cervical terminal, toma el sol afuera de la iglesia local. Ella casi siempre duerme en la iglesia durante el día para rezar y mirar por la ventana. Perdió a casi toda su familia por el SIDA y le preocupa que su madre no sea capaz de cuidar de sus cuatro hijos cuando muera. Murió en la primavera de 2010.



Una mujer VIH positivo, de 25años, se levanta en la mañana para tomar su primera dosis de drogas antiretrovirales. Sabe que tomará drogas por el resto de su vida y estaba asustada por los efectos secundarios.

↬ / Lbox