Andrew Cutaro - Irak, abril 8 2003 |
Apenas recuerdo tomar esta fotografía. No estaba preparado para los rigores físicos y mentales de cubrir a los soldados. Estaba exhausto y desorientado hasta el límite en este punto, entonces al ver esta escena, pensé que estaba alucinando. La matanza había llegado y se había convertido en algo personal mientras que las fuerzas de invasión se movían desde el desierto hacia las áreas urbanas. Esta foto fue tomada a las afueras de Bagdag antes de que cayera. A los soldados les dijeron que esperaran una batalla sangrienta entre las calles de la capital y los hombres de la Compañía Lima 3/7 estaban preparándose para ello.
Ron Haviv - Irak, abril 9 2003 |
Mientas Bagdag caía, dejé mis cosas y me dirigí a la Plaza Firdos. Cuando caminaba por las calles pude ver racimos de celebraciones, repartiendo flores, pequeñas estatuas de Saddam cayendo, junto con continuas peleas callejeras y el inicio de los saqueos. Los soldados -que a petición de algunos periodistas aterrados en los hoteles alrededor de la plaza que les dieran protección durante el vacío de poder - llegaban. Dentro de la plaza, un pequeños grupo de iraquíes estaban tratando de derribar la gran estatua de Saddam con cuerdas y martillos. Una vez se dieron cuenta de la futilidad de sus esfuerzos, le pidieron al comandante ayuda. Él obligado y como la asistencia fue pedida, un soldado de E.U. puso una bandera estadounidense sobre la cara de Saddam. Para muchos, esto cambió la imagen de la liberación a una de ocupación.
Jerome Delay - Irak, abril 9 2003 |
Que puedo decir -casi me pierdo el momento. estaba con mi amiga Alexandra Boulat corriendo en el otro lado de la ciudad fotografiando el saqueo a los edificios del gobierno. Muchas estatuas de Saddam habían sido derribadas antes, pero por alguna razón, esta se convirtió en un ícono.
Mirándola ahora aparecen un par de fantasmas. Dos días antes, los estadounidenses dispararon contra el Hotel Palestina y mataron dos amigos. Dos personas que habían dado seis meses de sus vidas para cubrir la historia desde el otro lado. Dos personas para quienes a guerra no había terminado, y nunca terminará. Dos personas que no pudimos salvar. Jose Couso murió de sus heridas. Taras Protsyuk murió en mis brazos.
David Guttenfelder - Irak, abril 10 2003 |
A comienzos del 2003 pasé tres meses en Irak, controlado por las estrictos cuidadores iraquíes, mirando el surgimiento de la guerra, y nerviosamente esperando que la invasión llegara a nuestros pies en Bagdag.
Pero en los días que la ciudad capital cayó, no estaba en Bagdag sino en el sur cubriendo la toma de los británicos a Basra. Yo era lo que ellos llaman un periodista "unilateral". No volví al Hotel Palestina con el ministro de cuidadores informantes. No me incorporé o uní al avance de las tropas estadounidenses. Para mí, ser unilateral significaba conducir en un camión lleno de comida y tanques de gasolina sin rumbo en un lugar sin ley, parando cuando pudiéramos fotografiar el caos. Antes de anochecer, buscábamos algún lugar a salvo para parquear y dormir en la noche.
Había escuchado las noticias en la radio sobre la estatua de Saddam cayendo en la Plaza de Firdos en Bagdag. Me sentí muy lejos del epicentro de la historia de alguna forma. Basra se sentía más como un desierto. Mi colega, el escritor Tini Tran y yo pasamos lentamente un camión que arrastraba algo en un camino polvoriento. ¿Qué era esa cabeza? Nos devolvimos y ella condujo junto con estos hombres jalando la cabeza de una estatua decapitada. Tomé una foto o dos desde la ventana del camión. Me sentí como si no importara el lugar del país en el que estaba. Las cosas estaban pasando y cambiando a nuestro alrededor. Fotos sorprendentes habían en todas partes.
Antonin Kratochvil - Irak, abril 12 2003 |
Para mí, es sobre el efecto de la guerra en estos niños. Hecha durante los primeras semanas de la guerra, estos niños jugaban a la guerra en el campo de batalla de la ciudad de Umm Qasr. Se podía escuchar la batalla de Basra rugiendo a 60 km del lugar.
James Nachtwey - Irak, abril 22 2003 |
La invasión apenas había terminado pero la guerra apenas empezaba cuando los Shiitas hicieron una peregrinación a Karbala. Decenas de miles de personas en una mezquita dedicada al santo martirizado. En un frenesí de devoción religiosa, una larga procesión de hombres cantando por las calles flagelándose a sí mismos con cadenas o cortando sus cabezas con cuchillos. En el medio del caos, un grupo de mujeres vestidas con chadores pararon a rezar en frente de la mezquita, y una mano extendida en devoción se convirtió en el ojo de la tormenta.
Timothy Fadek - Irak, mayo 14 2003 |
Nunca olvidaré el calor, sobre los 43°C. Había estado trabajando en el sol por horas y estaba apunto de sentarme y descansar cuando escuché a un hombre llorar. Su llanto era tan fuerte y agonizante que parí a todos en pie. El hombre apenas había identificado los restos de alguien de su familia, Sostenía la bolsa con los huesos y la ropa, y se subió a un pequeño bus.
Fue en un sitio de nuevos descubrimientos de tumbas en Al-Mahawi, una ciudad a 128 kms al sur de Bagdag y junto a las ruinas de la antigua Babilonia. 3.000 cuerpos habían sido sacados, los demás estaban en bolsas plásticas. Las familias buscaban por cosas, tarjetas de identidad, trozos de ropa u otras pistas -para ayudar a identificar a sus seres amados, víctimas durante la revuelta de Shia en 1991 contra el régimen de Saddam Hussein.
Mirando atrás, no hay duda en mi mente que la guerra era trágica, un error catastrófico. Aún así, es importante recordar que Saddam Hussein en verdad gobernó en terror y con brutalidad medieval, y esta foto es prueba de eso. ¿Es Irak mejor sin Saddam? A pesar de 10 años de ocupación estadounidense y continua violencia, muchos iraquíes no están seguros y yo tampoco.
Thomas Dworzak - Irak, julio 2003 |
En los inicios de la guerra, tropas estadounidenses conducían alrededor de los barrios iraquíes en humvees. Después, se incrementó la distancia, la protección, la seguridad detrás de las ventanas a pruebas de balas. Y casi me enfoqué por entero en fotografiar estadounidenses, desde que difícilmente pude encontrar algún iraquí.
Geert van Kesteren - Irak, agosto 4, 2003 |
En el insoportable calor de agosto de 2003, estaba en otra pisión. Apestaba a orina y a sudor. Allí tres prisioneros, como animales en la suciedad detrás del alambre de púas, vigilados por soldados con porras. El comandante pensó que era una escena desagradable, pero no sabía qué más hacer con los detenidos. Sin embargo, las cosas pudieron ir a peor. "Debe estar ahí cuando entregue a estas personas a la base en Tikrit para interrogarlas. Entonces los soldados patearon la espalda de los prisioneros para esposarlos lo más ajustado posible alrededor de sus muñecas. No quiero saber qué más está pasando ahí."
Esto fue durante el periodo de atrocidades en Abu Ghraib. Meses después, en diciembre, el Secretario de Defensa de E.U. Donald Rumsfield tuvo la audacia de decir que los prisioneros en Irak eran tratados "muy, muy bien." Las preguntas sobre los por qués de la guerra empezaron a ser más fuertes y claros, y no solo en Irak.
Stephanie Sinclair - Irak, agosto 21 2003 |
Los pocos de nosotros que habíamos estado en una invasión y los primeros meses de ocupación creíamos en la opinión teñida de rosa que los E.U., en efecto, fueron exitosos al ganar la guerra y el corazón y las mentes de los iraquíes durante la reconstrucción. Pero, tal vez inocentemente, yo no esperaba la implosión de la sociedad iraquí tan pronto tampoco. Cuando los cuarteles de las NU en Bagdag fueron atacados en tan gran escala se volvió muy claro que además de perder los corazones, las mentes y las vidas, los E.U. habían empezado a perder el control, y tal vez, incluso más importante, un sentido de perspectiva acerca de a lo que se enfrentaban. Muchos de nosotros preguntábamos si habían tenido uno, para empezar.
Kate Brooks - Irak, septiembre 29 2003 |
Un estimado de 125 personas fueron asesinadas por un carro bomba en la Tumba del Iman Ali en Najaf. El ataque tenía como objetivo a un prominente clérigo Shiita y ocurrió cuando los fieles salían de sus plegarias de domingo. Fue el incidente más violento del que recuerde ser testigo en mis 15 años de carrera como fotoperiodista. Cuando pienso en ese día de 2003, siempre recuerdo a el iraquí sosteniendo su pierna desmembrada en medio de la calle, mirándome con una mirada de interrogación como si supusiera que yo sabía qué hacer. Diez años después de tomarle esta foto sigue siendo muy gráfica para ser publicada.
Mi colega desconcertado (que había estado sacando cuerpos de las ruinas) y yo nos miramos entre la multitud- el hombre con la pierna se paró entre nosotros. Ninguno de nosotros ha olvidado ese momento o la carnicería, el terror y la confusión que sentímos, vimos y recordamos de ese día. Hombres histéricos sollozaban en medio del caos mientras otros trataban de pegarme en un arranque de ira por ser estadounidense. Seguí fotografiando y moviéndome mientras la policía iraquí me protegía.
Mike Kamber - Irak, octubre 27 2003 |
Esto fue la mañana que todo cambió para mí. Las tropas de combate de E.U. estaban a punto de volver a casa y yo había sido enviado a Irak a cubrir el "retorno a la normalidad" como lo puso el editor. Joao Silva y yo estábamos alrededor cuando una enorme explosión golpeó nuestra casa. El bombardeo resultó estar a un milla de distancia. Fuimos los primeros periodistas en la escena y encontramos la Cruz Roja destruida por un camión bomba; docenas murieron. Mientras fotografiábamos, hubo otra explosión alrededor de la ciudad. Pienso que la cara de este soldado lo dice todo, el impacto era que eso no era "volver a la normalidad."
Mauricio Lima - Irak, enero 28 2004 |
Cuando pienso en Irak, pienso en Ayad Ali Brissam Karim. Conduciendo alradedor de Bagdag encontré a Ayad con su padre Ali (un soldado de la Guardia Republicana durante la Guerra del Golfo en 1991) sosteniendo una prescripción oftalmológica y empezando a entrar a la Zona Verde. Ali estaba tratando de llevar a su hijo a tratamiento, herido en su granja durante un ataque aéreo en abril de 2003.
Fue desgarrador cuando lo vi por primera vez. Decidí inmediatamente fotografiar una historia sobre su vida ese día. Este retrato de escuela es el único retrato que Ayad tenía antes de su herida. Paró de estudiar porque sus amigos continuamente se burlaban de sus quemaduras faciales.
Casi dos años después, supe que una familia estadounidense se había conmovido después de ver su historia publicada en The Washingtown Post, que decidieron ofrecerle en E.U. un tratamiento de córnea.
Khalid Mohammed - Irak, marzo 31 2004 |
Ir hacia Fallujah siempre ha sido difícil -es el infierno diario. Pude oler la muerte ese día, la manera como los ojos de las personas no me daban la bienvenida, las caras extrañas, los cuerpos colgando del puente. No era una película; era una pesadilla. Creo que cuando se ve a alguien morir y solo de pie mirando, una parte propia muere. La guerra es horrible -todos son monstruos, todos son víctimas.
↬ LBOX